Durante muchos años hemos estado explorando el concepto de ingeniería de nuevos tensioactivos utilizando nuevas tecnologías de base biológica. Los productos sostenibles de fuentes renovables existen desde hace muchos años, pero la mayoría tiene una funcionalidad muy limitada en términos de rendimiento en comparación con los contratipos sintéticos. Nuestro cometido era desarrollar una gama de productos de base biológica que ofrezcan un rendimiento comparable al de los productos sintéticos en una amplia gama de aplicaciones.

Los tensioactivos aniónicos son materiales cargados negativamente que están disponibles en una variedad de tipos químicos. Las clases principales son alquil éter sulfatos, alquil sulfatos, alquilbencenosulfonatos, alfa olefinasulfonatos, ésteres de fosfato. Se utilizan en una amplia gama de aplicaciones en las que proporcionan características útiles que incluyen emulsificación, solubilización, humectación, detergencia, dispersión y formación de espuma.

Los tensioactivos no iónicos no tienen carga eléctrica y están disponibles en una variedad de tipos químicos. Las clases principales son etoxilatos de alcohol, etoxilatos / propoxilatos de alcohol, copolímeros de óxido de etileno-óxido de propileno, etoxilatos de aceite de ricino, etoxilatos de amina, ésteres de ácidos grasos y sus etoxilatos. Se utilizan en una amplia gama de aplicaciones en las que proporcionan características útiles que incluyen emulsificación, solubilización, humectación, dispersión, detergencia, formación de espuma y desespumación.

Los tensioactivos anfóteros pueden tener una carga positiva o negativa dependiendo del pH, mientras que los tensioactivos catiónicos tienen una carga positiva. Hay varios tipos químicos de tensioactivos anfóteros que incluyen betaínas, amidopropil betaínas, alquilamino dipropionatos. Se utilizan en una amplia gama de aplicaciones en las que proporcionan características útiles como formación de espuma, solubilización, antiestático.